Adrienne Bolland

Adrienne Bolland 

 

Adrienne Bolland, nacida el 25 de noviembre de 1895 en Arcueil, es una aviadora y luchadora de la resistencia francesa famosa por haber sido la primera mujer en cruzar los Andes en avión en 1921.

Es la menor de una familia de siete hijos. Su padre murió de un infarto cerebral en 1909. Su viuda se encontraba en una situación económica más que delicada. La pequeña Adrienne de solo 14 años, negándose a depender de su madre, elige convertirse en piloto de avión.

Adrienne Bolland obtuvo su licencia de piloto el 26 de enero de 1920 después de un entrenamiento que comenzó el lunes 18 de noviembre de 1919. Se convirtió en la primera joven francesa en obtener su licencia de piloto después de la Primera Guerra Mundial y fue noticia en ese momento. En marzo de 1920, se convirtió en la primera mujer piloto contratada como escolta de aviones por René Caudron, durante tres años. En abril, fue la primera mujer del mundo en completar un looping.

El 25 de agosto de 1920, fue la primera mujer piloto en cruzar el Canal de la Mancha desde Francia.

Ella se entera de los muchos aviadores que murieron tratando de cruzar los Andes y le ruega a Caudron que la envíe allí, «solo para ver». René Caudron acepta. Ella ve en esta redada su única forma de hacerse rica y famosa en poco tiempo.

Llegó a Buenos Aires el 22 de diciembre de 1920, con dos aviones G3 desarmados en cajones y un mecánico a su lado. Apenas se instaló en el Hotel Le Majestic, la prensa argentina reveló el desafío que se planteó la aviadora: ser la primera mujer en el mundo en cruzar la cordillera de los Andes. Pero Caudron se niega a enviarle un avión más poderoso.

Humillada, quiere demostrar a los pilotos presentes que su avión no es «un malvavisco», y el 26 de febrero bate el récord mundial femenino de altitud, con 4.850 metros, para luego ofrecer exhibiciones acrobáticas a la población argentina. Su rostro está en los titulares, los lugareños la aman. El 20 de marzo llegó a la ciudad de Mendoza, donde la población la esperaba impaciente. Gracias a esta audaz joven francesa, llegará el apoyo económico que permitirá reconstruir la ciudad, fuertemente impactada por un violento terremoto el 17 de diciembre de 1920 (1500 muertos).

Sin embargo, nunca ha volado sobre una montaña, no conoce la ruta aérea que lleva a Santiago. Hace dos intentos, que le hacen pensar que su muerte es inevitable, la cordillera es un laberinto inextricable azotado por mortales corrientes descendentes. Pero el 1 de abril, se va para una tercera prueba.

La ruta que eligió fue la más directa, pero también la más peligrosa, cruzando el valle más ventoso y acercándose a los picos más altos. Lo pasa cerca del Aconcagua, que se eleva a 6.962 metros sobre el nivel del mar. Sus antecesores, sólo militares con aviones mucho más potentes, habían pasado todos por el sur, donde la montaña alcanza sólo los 3.500 metros.

“La Golondrina” -apodo que recibió de los bonaerenses que comparaban su cabellera con un nido de golondrinas- subió al avión únicamente con su overol de algodón, pero debajo se había puesto un suéter de lana, su pijama de seda y se había engrasado el cuerpo, antes de cubrir su toraso con hojas de diario. Para defenderse de los posibles ataques de los cóndores, conocidos por abalanzarse sobre los aviones que entran en su territorio de caza, había tomado una daga y un revólver, que iba a utilizar para prender fuego a su avión, señalando así su presencia en caso de un aterrizaje involuntario. La joven piloto no sabía que la seguirían todos los postes de telégrafo a lo largo de la vía férrea, porque su ruta también era la del ferrocarril de la época.

Luego de perderse, de haber flotado durante una hora con viento en contra, luego de un vuelo de 4:15 a una velocidad promedio de 50 kilómetros por hora, aterrizó completamente exhausta en la pista de aterrizaje de la escuela militar de aviación en Santiago de Chile. Chile la recibe como una heroína.

Vuelve a Buenos Aires y comienza una gira de 3 meses por Argentina y Uruguay.

En 1921 partió para Brasil para crear una escuela de vuelo para mujeres. Ella sufrió varios contratiempos. A su regreso a Francia, Adrienne Bolland tuvo que luchar sola para ganarse la vida con su profesión.

El 27 de mayo de 1924 en Orly, rompió el récord de loopings al completar 212 loopings (su objetivo era batir los 962 bucles del récord masculino establecido en 1920, pero los cables de bujía de su avión fallaron).

En 1934, se encuentra Louise Weiss quien le pide de promover la causa del voto de las mujeres.

Opuesta a toda forma de totalitarismo, movilizó sus fuerzas para ayudar a reclutar pilotos para la escuadra “España” dirigida por André Malraux, a partir de 1936. Sus elecciones y posiciones políticas abiertamente de izquierda le valieron el sabotaje de todos sus aviones. Ella será víctima de siete accidentes que deberían haber sido fatales.

En 1940 decidió con su esposo quedarse en la zona ocupada por los alemanes. Se convierte en «radio» y responsable de identificar las tierras que puedan ayudar a la Fuerza Aérea Francesa Libre.

La posguerra la verá aún luchando por obtener la jubilación de los excombatientes, los civiles.

En 1961, se convirtió en embajadora oficial de Air France. En 1971, Air France celebró el cincuentenario del primer cruce directo París-Santiago de Chile, y el cincuentenario de su cruce de los Andes fue el evento del año para la prensa sudamericana.

Adrienne Bolland murió el 18 de marzo de 1975 en París.

  • Oficial de la Legión de Honor (1947; Caballero en 1924)
  • Condecorada con la Orden del Mérito en Chile (después de un decreto especialmente votado por ella en 1921).
  • Reina de las vendimias en la provincia de Mendoza (Argentina), ciudad cuyo gobernador le entregó las llaves en 1971.
  • Medallista de oro del Aero Club de Buenos Aires.

 

Muchos establecimientos educativos llevan el nombre de Adrienne Bolland:

  • Un instituto de formación profesional en Poissy (Yvelines).
  • Una residencia universitaria en Buc (Yvelines).
  • El grupo de la escuela Donnery.
  • Un colegio en Bessières (Alto Garona).
  • Y, desde febrero de 2022, el Colegio Franco-Argentino de Buenos Aires.

 

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Adrienne Bolland

 

Adrienne Bolland née le 25 novembre 1895 à Arcueil, est une aviatrice et résistante française célèbre pour avoir été la première femme à effectuer la traversée par avion de la cordillère des Andes dès 1921.

Elle est la benjamine d’une famille de sept enfants. Son père meurt d’un AVC fulgurant en 1909. Sa veuve se trouve dans une situation financière plus que délicate. La petite Adrienne qui n’a que 14 ans, refusant d’être à la charge de sa mère, choisit de devenir pilote d’avion.

Adrienne Bolland obtient son brevet de pilotage le 26 janvier 1920 après une formation débutée le lundi 18 novembre 1919. Elle devient la première jeune fille française à avoir obtenu son brevet après la Première Guerre mondiale et fait la une des journaux de l’époque. Elle devient en mars 1920 la première femme pilote engagée comme convoyeur d’avions par René Caudron, et ce, pour trois ans. En avril, elle est la première femme au monde à réussir un looping.

Le 25 août 1920, elle est la première femme pilote à traverser la Manche depuis la France.

Elle entend parler des nombreux aviateurs morts en tentant de traverser la cordillière des Andes, et supplie Caudron de l’envoyer là-bas, « juste pour voir ». René Caudron accepte. Elle e voit en ce raid sa seule façon de devenir riche et célèbre en peu de temps.

Elle arrive à Buenos Aires le 22 décembre 1920, avec deux avions G3 démontés dans des caisses et un mécanicien à ses côtés. Dès son installation à l’hôtel Le Majestic, la presse argentine révèle le défi que l’aviatrice s’est imposé : être la première femme au monde à passer la cordillère des Andes. Mais Caudron refuse de lui envoyer un avion plus puissant.

Humiliée, elle veut montrer aux pilotes présents que son avion n’est pas « une guimauve », et elle bat le record mondial féminin d’altitude le 26 février, avec 4 850 mètres, puis offre des exhibitions de voltige à la population argentine. Son visage fait la une des journaux, les habitants l’adorent. Le 20 mars, elle rejoint la ville de Mendoza, où la population l’attend avec impatience. Grâce à cette jeune Française audacieuse, les soutiens financiers viendront, qui permettront de reconstruire la ville, fortement impactée par un violent séisme le 17 décembre 1920 (1 500 morts).

Cependant, elle n’a jamais survolé de montagne, elle ne connaît pas la route aérienne qui mène à Santiago. Elle fait deux essais, qui lui font penser que sa mort est inévitable, la cordillère est un labyrinthe inextricable battu par des vents rabattants mortels. Mais le 1er avril, elle décolle pour un troisième essai.

La route qu’elle a choisie était la plus directe, mais aussi la plus dangereuse, traversant la vallée la plus venteuse et approchant des plus hauts sommets. Elle la fait passer à proximité de l’Aconcagua, qui culmine à 6 962 mètres d’altitude. Ses prédécesseurs, uniquement des militaires hommes dotés d’avions beaucoup plus puissants, étaient tous passés par le sud, là où la montagne atteint seulement 3 500 mètres.

« L’Hirondelle » – surnom reçu par les Bonairiens qui comparaient sa chevelure à un nid de Golondrinas- monta

dans l’avion avec seulement sa combinaison de coton, mais dessous, elle avait passé un pull en laine, son pyjama en soie, et s’était enduite le corps de graisse avant de plaquer des feuilles de papier-journal sur son torse. Pour se défendre contre d’éventuelles attaques de condors, réputés pour fondre sur les avions qui pénétraient leur territoire de chasse, elle avait emporté un poignard, et un révolver, qui devait lui servir à mettre le feu à son avion, donc à signaler sa présence en cas d’atterrissage involontaire. La jeune pilote ignorait qu’elle serait suivie par tous les postes du télégraphe qui longent la voie ferrée, car sa route était également celle du chemin de fer de l’époque.

Après s’être perdue, avoir fait une heure de sur-place à cause des vents de face, après un vol de 4 h 15 à une moyenne de 50 kilomètres à l’heure, elle se pose totalement épuisée sur la piste de l’école militaire d’aviation de Santiago du Chili. Le Chili l’accueille en héroïne.

Elle revient à Buenos Aires et entame une tournée de 3 mois en Argentine et en Uruguay.

En 1921, elle part au Brésil en vue de créer une école de pilotage pour les femmes. Elle y subit plusieurs revers. À son retour en France, Adrienne Bolland doit se battre seule pour vivre de son métier.

Le 27 mai 1924 à Orly, elle bat le record féminin de looping en réalisant 212 boucles (son objectif était de battre les 962 loopings du record masculin établi en 1920, mais les fils des bougies de son avion lâchèrent).

En 1934, elle rencontre Louise Weiss qui lui demande de promouvoir la cause du vote des femmes.

Opposée à tous les totalitarismes, elle mobilise ses forces pour aider au recrutement des pilotes de l’escadrille “España” dirigée par André Malraux, à partir de 1936. Ses choix et ses positions politiques ouvertement à gauche lui valent de voir tous ses avions sabotés. Elle sera victime de sept accidents qui auraient dû être mortels.

En 1940, elle décide avec son mari de rester dans la zone occupée par les Allemands. Elle devient « radio » et chargée du repérage des terrains susceptibles d’aider les Forces aériennes françaises libres.

L’après-guerre la verra se battre encore pour obtenir la retraite des anciens combattants, civils.

En 1961, elle devient l’ambassadrice officielle d’Air France. En 1971, Air France fête le cinquantenaire de la première traversée d’un vol direct Paris-Santiago du Chili, et le cinquantenaire de son passage des Andes est l’évènement de l’année pour la presse sud-américaine.

Adrienne Bolland meurt le 18 mars 1975 à Paris.

  • Officière de la Légion d’honneur (1947 ; chevalier en 1924)
  • Décorée de l’ordre du mérite au Chili (après décret spécialement voté pour elle en 1921).
  • Reine des vendanges de la province de Mendoza (Argentine), ville dont le gouverneur lui offre les clefs en 1971.
  • Médaillée d’or de l’Aéro Club de Buenos Aires.

 

De nombreux établissements scolaires portent le nom d’Adrienne Bolland :

  • Un lycée professionnel à Poissy (Yvelines).
  • Une résidence universitaire à Buc (Yvelines).
  • Le groupe scolaire de Donnery.
  • Un collège à Bessières (Haute-Garonne).
  • Et, depuis février 2022, le Collège franco-argentin à Buenos Aires.

 

 

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